agosto es el mes de la mamapacha, la madre tierra. tenía temor de que no llegaríamos a cusco a tiempo para rendirle tributo. sin embargo, logramos llegar y participar de una ceremonia íntima de ofrenda a la madre que todo nos lo da, acompañando a la familia de mis amigos cusqueños, tina y wilbert, que dos años atrás, sin conocerme, me acogieron en sus vidas y me aceptaron en su entorno familiar
la persona que nos ayudó a hacer el pago se llama sebastián. los amigos cusqueños tuvieron que servir de traductores en todo momento porque no entendíamos nada de lo que decía en quechua. primero, consultó a las hojas de coca sobre si debíamos enterrar o quemar la ofrenda. las hojas santas respondieron que debíamos quemarla. procedimos entonces a organizar el tributo de comidas, bebidas, objetos de uso diario, cosas que los seres humanos precisamos para ser felices o en todo caso, vivir cómodos en esta vida. brindamos todos con mi vino favorito mientras rociábamos la ofrenda con pequeños chorritos del líquido según íbamos bebiendo. siendo que no fumo y me parece que hacerlo es completamente dañino para la salud, me sorprendió que sebastián nos sirviera cigarrillos para fumar con la madre tierra. pude ver la sonrisa de oreja a oreja de cierto cabezón que ahora pone como excusa para fumar que tiene que rendir homenaje a la madre tierra y con permiso, zuácate, saca su cigarrillo, y si protesto, me manda callar retándome a que lo contradiga, que a la mamapacha le gusta fumar y hay que darle gusto y que no me haga la loca, que yo también fumo, que me vio hacerlo y que a las pruebas se remite. ah, sebastián, tú me debes una. algún día te volveré a ver
pero aparte de la anécdota de la fumadita, sebastián nos confió algo muy interesante: nos dijo que la mamapacha es coqueta y que le gustan las joyas. por alguna razón, esas palabras se quedaron resonando en mi cerebro y mientras todos estábamos embelesados viendo cómo las lenguas de fuego consumían nuestra ofrenda, mentalmente le prometí a la madre naturaleza con los objetos de su preferencia al visitarla en machupicchu
cuando el fuego redujo a cenizas nuestro tributo y aun fumando nos despedimos agradeciendo a la tierra que nos soporta y nos acompaña al caminar, la frase aquella, “la madre es coqueta y le gustan las joyas” seguía repitiéndose en mi cerebro. subí a mi habitación y saqué las joyas que sin razón alguna llevé a cusco sabiendo que no las iba a usar. entendí que no me pertenecían, que su dueña las reclamaba y así, las envolví entre hojas de coca y con impaciencia me dediqué a esperar la llegada del amanecer en que mis pasos me llevaran al lugar indicado para cumplir mi promesa…
La pucha, necia…espero que las joyas no hayan sido las de la corona…sino la coqueta esa se quedará sin conocerme.
ResponderEliminarA lo más le daría algunas de “gold filled”.
Bromas aparte... ¡que linda experiencia! de alguna manera te envidio…ya me tocará hacer el mismo periplo, aunque ello me cueste mi anillo de matrimonio ;-)
Pregunta… ¿puedo llevar un “habano”?... los cigarrillos no me “piacen”…
Ahhh… que delicia… el vinito, el habano y el olor a ¡madre tierra!
creo que lo importante es fumar, es decir, según sebastián porque nunca antes me tocó hacerlo ni tenía la menor idea de que se debía hacer eso. en todo caso, la intención es la de compartir con la mamapacha algo que se supone nos gusta hacer y en ese sentido, pienso que para sebatián eso es natural porque -presumo- él debe fumar cotidianamente. en mi caso, no se aplica y no creo que la madre naturaleza se resienta conmigo por no volver a hacer algo que detesto
ResponderEliminaren lo que a las joyas se refiere, pienso que es verdad porque las joyas se representan en toda ofrenda con objetos simulados, no reales. yo le hice ese pago porque me nació hacerlo
no entiendo por qué realizar este periplo te podría costar el anillo de matrimonio, paty es tu companera fiel y creo que a ella tambien le encantaría compartir esta experiencia contigo. gracias por comentar
Jua... nada, el anillo de matrimonios es la joya que dejaria...PLOP...bromeaba ahi... :-)
ResponderEliminarAh, y la bruja de mi mujer estara en primera fila haciendo salud con la mamapacha.
vale la aclaración! claro que hay que rendirle honores a la tierra, chacho, ella se lo merece todo
ResponderEliminarja!! a la madre tierra ni le va ni le viene que le entreguen honores o joyas o el diente de oro de chacho! Ella entrega no por amor a nosotros sino porque asi fue creada, ella entrega de si mucho antes de que los humanos (como siempre tan arrogantes que creemos que a la mamapacha le importamos un carajo!) poblasemos este planeta. Somos tan insignificantes que la mamapacha ni se entera ni le importa si le rindes honores o no.
ResponderEliminarEs mas! con tanto cambio por el calentamiento global (dizque por nuestra culpa)... los que vamos a desaparecer somos nosotros y algunas otras especies mas... la mamapacha va a seguir andando y pariendo otras especies, ojala no tan cojudos/as como nosotros.
Hola necia, bonita experiencia la que compartes en tu blog, espero hacer lo mismo en algún momento y ofrendarle algo a la madre tierra que todo nos da, ojalá q no le guste escuchar música, un beso.
ResponderEliminarQue amargado el Pepe, oe...jua...no seas agua fiestas pues...falto de fe!
ResponderEliminarJa jajaja!! no es falto de fe ni amargura, de repente es una mania que tengo de derrumbar mitos y creencias...
ResponderEliminarEn todo caso, en vez de ofrenda debieramos respetarla y meditar en el uso y abuso que hacemos de ella!
Lo que pasa es que la objecion a la ofrendas a la mamapacha, la puedes aplicar de igual manera a las ofrendas a Dios (el unico y verdadero)... PLOP
ResponderEliminarhola pepe. tienes razón. somos tan insensibles a lo que ocurre con el medio ambiente, que dentro de poco vamos a desaparecer por mano propia. amar a la tierra consiste en cuidarla. si cavas un hoyo en tu patio y entierras ahí todas las hojas secas, los restos orgánicos de lo que comes, lo riegas y lo tapas nuevamente, regándolo generosamente por unos días, dime tú si a la tierra no le importa. inmediatamente empezarás a ver su respuesta
ResponderEliminaren todo caso, no es cuestión de adoctrinamiento. no pretendo que compartas mis ideas o creencias, simplemente te cuento una pizca de mi vida y como es mía, así se queda, solamente mía. tómalo o déjalo, créelo o no. no problem
anónimo, no entiendo eso de que esperas que a la mamapacha no le guste la música, ¿tal vez querrías decir que esperas que le guste? asu, si piensas darle serenata, adelante. es mujer, fíjate. a todas nos gusta que nos den serenatas, ¡cómo no?
No necia, es que al leer en tu relato ese acto tan noble de desprendimiento, imaginé que a mí me dijeran "...le gusta la música..." pero qué haría ella con un ipod? mejor me preparo para la serenata, buena idea!
ResponderEliminarGrande Necia. Te leo porque compartes cosas insolitas tuyas, y si te leo es porque las considero validas, entretenidas y muy refrescantes.
ResponderEliminarEspero que no te ases conmigo por poner comentarios un poco acidos... a veces hasta rancios...
chévere, anónimo. hasta quisiera acompañarte tocando maracas o tan siquiera aplaudiendo, o quien sabe con un corito. maravilloso. hazlo. la tierra está viva y late bajo nuestros pies, estoy absolutamente segura que será una experiencia inolvidable
ResponderEliminarnada, pepe. acá eres bienvenido siempre. si me dieras la razón en todo, qué aburrido me resultarías. en este blog nos gusta la diversidad de ideas, eso enriquece el alma como el abono a la tierra. tú sigue
anónimo, no te desaparezcas para que leas el siguiente post, que es la continuación de éste, un momento muy emotivo en machupicchu, cuando me tocó cumplir en realidad mi promesa. me imagino que marco ya debe tener listo el video para colgarlo y en cualquier momento lo postea
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