como católica de nacimiento, estudié en colegio de monjas y también formé parte de los grupos que se organizan entre los niños, jóvenes y adultos. en todos estos grupos, siempre estuve rodeada de curas (también de monjas, pero no me voy a ocupar de ellas ahora). primero fue el grupo de catecismo en donde creo que le empezó la calvicie a mi adorado confesor, (porque a pesar que a lo largo de mi existencia he tenido muchos, para mí él siempre será ‘mi confesor’, entiéndase por eso al amigo siempre dispuesto a escucharme y ante quien abro mi corazón como un libro sus páginas para ser leído) que pienso que pagaba todos sus pecados con una enana necia que lo jodía con un machacante ¿y por qué? que precedía una salida imprevista al punto que se tocaba y que siempre lo llevaba a decir justamente lo que no quería
en el colegio secundario pasé a formar parte de un grupo juvenil en el que casi volví locos a todos, pero en fin, eso es harina de otro costal. el caso es que los sacerdotes de la parroquia siempre estuvieron alrededor, listos para acudir a nuestras reuniones y a decirnos siempre las cosas sin aspavientos, declarándose a favor de los huelguistas, de los derechos de los indígenas, de los desprotegidos, hasta el punto que muchos de nosotros fuimos desconocidos por nuestros padres cuando empezamos a cantar canciones cuyas letras no precisamente decían aleluyas ni avemarías y que ellos no podían creer que los ensayábamos para cantarlas en misa. creo que esos curas son comunistas -escuché decir a mi padre espantado- creo que esta niña ya no vuelve a esas reuniones, mujer, -le dijo a mi madre- ocúpate de que no vaya. ya viejo, ni a las fiestas pudiste evitar que fuera, ya ibas a poder impedir que fuera a la parroquia
el caso es que conocí muchos curas en mi vida. guardo una entrañable relación amical con muchos de ellos, grandes personas, excelentes amigos, algunos grandes polemistas y conversadores, y la mayoría, completamente entregados a su labor de pastores y líderes comunitarios. vayan a todos ellos mis más sincero agradecimiento, admiración y respeto. algunos de ellos estuvieron en mi vida desde mi nacimiento hasta que les tocó emprender el viaje sin retorno; otros muchos lo están desde mi infancia y aparte de algún pedo o eructo que se les haya salido sin pedirles permiso –que yo siempre finjo no escuchar- o de un mierda o un carajo que decidieran intercambiar conmigo, todo ha estado siempre en santa paz
en cambio, a los 15 conocí un cura que no pertenecía a mi parroquia y medio que me andaba haciendo la corte y medio que me andaba gustando, pero a dios y a los ángeles gracias, mi locuacidad y mi sentido del olfato me libraron de todo mal. mi locuacidad porque no mantuve lo que estaba pasando en secreto, sino que lo conté a mis amigas y ellas me acompañaban cuando tenía que verlo. y mi sentido del olfato porque… hum… para decirlo de una forma elegante, el hombre cargaba un clásico olor europeo, -claro que algunos lo llaman olor a sobacos, o sobaquina, otros cebollina, en fin qué importa, al cabo es lo mismo- que impidió que las cosas pasaran al siguiente escalón porque si hay algo que odio en este mundo es un hombre maloliente. cualquier intento de acercamiento estaba completamente anulado por el olor que emanaba de sus axilas y que me hacía correr de su lado a los pocos minutos de que se acercara
otro detalle que me ayudó a huir de este personaje fue el hecho fundamental de que mi padre, aunque católico y amigo de curas, era también masón y por lo tanto, nada de besamanos ni huevadas con los curas, y cuidadito con confesarse a solas, y cuidadito que me la toquen más allá de las manos, y cuidadito que… ufff eran un sinfín de cuidaditos que ya me tenía cojuda pero que pesaban a la hora de reconocer si alguien estaba yendo más allá de lo permitido. me entrenó bien el cascarrabias de mi padre y en eso creo que influyó el hecho de que mi viejo no fue muy santo que digamos, era un mujeriego empedernido y como tal, no quería que su hija fuese presa fácil de depredadores como él. espérate nomás viejo, ya me voy a encargar de ti en otro post, espérate nomás
fuera de este cura non sancto, nunca conocí ni de mentas a uno del que se supiera que andaba detrás de menores de edad, y mucho menos que esos menores de edad fuesen niños varones. no puedo decir que el hombre aquel hubiese sido pedófilo porque si bien es cierto que yo era menor de edad, también lo era el hecho de que alcancé todo mi desarrollo físico a los 13 y aparentaba mucha más edad de la que tenía. hago esa salvedad para aclarar que él no andaba atraído por una nenita con pinta de indefensa, todo lo contrario. no lo defiendo, eso no lo exime de culpa porque él sí sabía mi edad pero como nunca le di oportunidad, jamás sabré si tenía la intención de esperar por mi mayoría de edad y retirarse del sacerdocio, como hicieron muchos que descubrieron que era mejor servir a dios como hombres de familia que pretendiendo ser lo que no eran. así es que ahí lo dejamos
pero ahora que las noticias nos bombardean con casos de abuso sexual por parte de sacerdotes en contra de niños, no creo que exista una sola persona que diga que no está enterada de estos casos o que pretenda que este problema no existe por el simple hecho de no haberlo experimentado en carne propia. no necesitamos que nos maten para saber que existe gente que te puede quitar la vida por un celular o simplemente porque no le gusta tu cara; igualmente no precisamos que abusen a un hijo nuestro o a un familiar cercano para saber que existe gente que en vez de sentir la ternura natural que nos despierta un niño o una niña, siente el despertar de la carne ante un ser completamente indefenso e incapaz de defenderse ante un crimen de esta naturaleza. negarlo sería tan irreal como pretender tapar el sol con un dedo
como ser humano me duelo de que cosas como éstas ocurran; como cristiana lamento que personas que digan seguir a xto que fue todo amor para los niños, se acerquen a ellos para lastimarlos; y como católica, me siento avergonzada, humillada, frustrada y estafada de saber que existan entre nuestros pastores semejante clase de bestias capaces de arrebatar la inocencia de las criaturas de esta aberrante manera y que por culpa de estos malparidos, se haya desatado tal rechazo hacia todos los sacerdotes cuando la verdad es que la mayoría de ellos son hombres probos e incapaces de atentar en contra de los niños
los abusadores sexuales de niños deben ser identificados y entregados a las autoridades sin importar quienes sean. si son sacerdotes, sus superiores deben apoyarlos proporcionándoles la ayuda legal para defenderse porque también existen acusaciones falsas en contra de inocentes y todos tenemos derecho a ser asistidos legalmente; pero de ninguna manera deben ser protegidos para evitar que la justicia se encargue de ellos y mucho menos removidos de un lugar en donde se les acusa de este delito y puestos en otros en donde sigan teniendo oportunidad de continuar atentando en contra de los niños simplemente por evitar el escándalo de que se sepa que hay malos sacerdotes
ese sistema se ha empleado al parecer como clásica salida para no empañar el prestigio de la iglesia. pero ya ha quedado demostrado que el remedio ha sido peor que la enfermedad y es hora de corregir las cosas. la iglesia se ve mucho más afectada si por un lado defiende el derecho de los fetos y embriones para llegar a concretarse en la vida de un ser humano y por otro se hace de la vista gorda al negar justicia a los inocentes ya nacidos, protegiendo a sus victimarios y torturadores
si de por medio está la integridad de un niño, el prestigio de la iglesia me llega al culo y me cago en el papa y en todas las mierdas que puedan pensar que abriendo la puerta falsa para permitir que estos delincuentes escapen de la justicia es lo correcto
¿en qué clase de estafa humana quieren que nos convirtamos si por ser católicos debemos cerrar filas y defender a capa y espada lo indefendible en vez de salir a las calles y a las plazas a clamar justicia por los inocentes?
me declaro en contra de toda caza de brujas y de generalizar en contra de los sacerdotes por culpa de unos malos representantes y adversaria de los que levantan la voz para indicar que la causa del problema es el celibato porque no lo es
abusadores de niños los hay en todos lados, son de toda laya, pertenecen a todos los estratos sociales, a todas las profesiones, a todo tipo de estado civil, pueden ser homosexuales, heterosexuales, hombres o mujeres, casados, solteros, viudos o divorciados, están en todos lados. esa es la realidad y tenemos que abrir los ojos para brindar la oportunidad de crecer sanamente a nuestros niños -y digo nuestros en el más amplio sentido de la palabra, porque todos son nuestros y como tales debemos defenderlos
todos los abusadores de niños deben ser identificados, denunciados y entregados a las autoridades para que paguen por sus delitos, sin importar si éstos son los propios padres de las víctimas, tíos, primos, vecinos, maestros, entrenadores, sacerdotes, etc. todos deben recibir su merecido, TODOS, y quienes los encubren deben ser procesados por interrumpir la labor de la justicia, aun si entre ellos se hallase el mismísimo papa
gráficos: Marco Palacios
Muy bueno Necia!!!! ya salieron las lizuras, jajajaja!!!
ResponderEliminarlo unico en lo que no entiendo muy bien, si creo que la justicia debe tomar por igual a todos lo abusadores y yo no creo que el papa este a favor de encubrirlos, el echo que no hable mucho del tema no creo que sea para encubrirlos, sino que se le vino toda la prensa encima,a ver que hace el Vaticano ahora, es una institucion bastante madura como para andar con tonterias, que pongan los huevos donde los tiene que poner de una vez por todas.
Aplaudo tu incursión en el mundo blog, querida Necia y con un post valiente escrito por una católica enamoradiza y que exige castigo a los clérigos en esta tierra y no en el cielo.
ResponderEliminarSólo una curiosidad, ¿andar de resbalosa con un cura que no sabía de Rexona te dejó algún remordimiento de conciencia? Tu historia de amor pudo ser más intensa que la del padre Alberto.
Besos y buenos deseos.
hola ani y alfieri, gracias por visitar
ResponderEliminarpues nada mi ani, es que existía (espero que después de tantos escándalos, perdones implorados a las víctimas y $$$ que la iglesia tuvo que pagar a los afectados, ya no exista) una regla general de evitar el escándalo y quitar al motivo de las denuncias de los lugares en donde se suscitaban este tipo de casos que no hizo más que aumentar el problema. el papa está ahora enfrentando denuncias de su época de cardenal, en que le tocó ordenar investigaciones y tomar cartas en el asunto y al parecer no lo hizo. por el bien de la propia iglesia, eso debe ser aclarado. quien no la debe, no la teme
y no, fierro, no tuve ni tengo ningún sentimiento de culpabilidad al respecto, ¿por qué? no hice nada malo, me porté a la altura de las circunstancias, claro que con ese olorcito, creo que cualquiera se comportaba así, jajajajaja y ojo, el resbaloso fue él, yo siempre fui rogada y buscada, que conste